En un principio, las pajitas se introdujeron en el mercado como una opción higiénica, para evitar el riesgo de contraer enfermedades al beber de recipientes indebidamente lavados.
En la actualidad, las pajitas son mera decoración, ya que los bares, restaurantes… deben seguir normas de higiene muy estrictas y exigentes.

En diciembre de 2018, 1800 toneladas de pajitas llegaron al mar. Contando que es uno de los plásticos más fáciles de eliminar de nuestra vida, debido a la poca o nula utilidad, es una barbaridad.
Según Greenpeace, solo en España se desechan unos 13 millones de pajitas al día. SOLO EN ESPAÑA, esto se nos ha ido de las manos.
Y te preguntarás, ¿Por qué son tan malas las pajitas de plástico?

El plástico no sé biodegrada, sino que se fotodegrada, eso quiere decir que la acción del sol y los elementos erosionan el plástico, dividiéndolo en miles de millones de trocitos, creando los llamados ”micro plásticos”. Estos plásticos son ingeridos por la fauna mariana de la cuál nos alimentamos, por la acción el viento transportado a nuestras montañas, rios, lagos… llegando al agua que consumimos.
En este punto, puedes decir: “yo las pongo en el cubo del plástico y las reciclo”. Ahora bien, las pajitas debido a su tamaño reducido, son muy difíciles de reciclar. Antes de llegar a la máquina, muchas de ellas se vuelan en el transporte, en el almacenamiento, en la cinta… Además, debido a la complejidad para su triturado, muchas empresas a la hora de la selección las desechan, para evitar problemas, por la facilidad con la que atascan maquinas.

Sí eres de los que no pueden vivir sin usar pajitas, que sean reusables y llévalas siempre contigo.
Nuestras pajitas son de acero inoxidable, vienen con un limpiador y una caja de bambú para poder poder guardarla, tenerla limpia y siempre a mano. Después de usarla con bebida favorita, vas al baño, la limpias y de nuevo a la caja lista para volver a ser usada. ¡Así de práctico y sencillo!
Desde Buva Concept te proponemos hacer un boicot a las pajitas de plástico.
Como cliente, pide que no te pongan pajita, explica al camarero los inconvenientes del plástico de una forma motivadora.
Como establecimiento, no pongas pajita a todas tus consumiciones, solo para que quede más bonito; esconde las pajitas de la vista de tus clientes; introduce pajitas reusables, compostables o comestibles.

Recuerda que son innecesarias. Se estima que el 90% de la vida animal ingieren plástico cada día. Las pajitas son tóxicas y contaminan el medio ambiente, no desaparecen sino que se convierten en “micro plásticos”.
Un restaurante tira unas 45000 pajitas en un año ¡Di no al uso de pajitas de plástico!